Estamos acostumbrados a vivir de una forma automática y continua, vivimos cada día como una rutina, como si fuéramos un robot de juguete y cuando nos dan cuerda simplemente hacemos lo que tenemos que hacer, aquello para lo que nos han programado y es muy difícil sacarnos de esto, ya que vivimos rápidamente, siempre en movimiento y no somos capaces de pararnos y pensar.
Y de pronto un trágico día chocas con la realidad, con una situación difícil que de repente sin tú esperarla, aparece, te cambia todos tus esquemas y es solo en ese instante cuando todo tu mundo se para, sientes que todo avanza pero no te importa, no haces caso a eso porque tu estás quieto, se terminó la cuerda que hacía que estuvieras en movimiento.
Es ahí cuando te das cuenta de lo que has hecho, has desperdiciado parte de tu vida viviendo de forma automática pasa un día y otro y otro y no te das cuenta de lo fugaz que es la vida.
Todo el mundo necesita pararse, respirar hondo, inspirar lo realmente importante de la vida y espirar aquello que creemos importante y no nos damos cuenta que no lo es tanto.
Y tú te preguntarás ¿Qué es lo importante? Pues lo importante es aquello que te hace sentir vivo, que te hace reír, llorar, enfadarte, sonreír, bailar... Porque la vida esta hecha de pequeños momentos que no estamos acostumbrados a apreciar, no sabemos qué es vivir intensamente cada segundo.
Párate y disfruta de una mirada, de una palabra, de una caricia, de una sonrisa, de una lágrima e incluso de una riña por parte de toda persona que esté en tu vida ya que la familia y amigos son los más importante que puedes llegar a tener y a veces no sabemos valorarlos lo que para mi es el mayor error que cometemos porque no sabemos cuando nos faltarán.
-C
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